La Fundación, como parte de sus actualizaciones en métodos de enseñanza, nos solicitó el diseño de un prototipo de salón que pudiera modificarse cotidianamente para dar cabida a las variantes en las técnicas de enseñanza y dar un panorama cambiante capaz de albergar diferentes dinámicas grupales, clases, exposiciones, etc.
Se puede dibujar y escribir en todos los muros; fueron recubiertos con un laminado plástico, marca Formica, sobre el que se puede escribir y que además está imantado. Cada salón fue provisto de 30 pizarrones portátiles imantados con los que los alumnos pueden armar presentaciones y exhibirlas en los muros. La orientación de estos salones es cambiante.
El mobiliario, movible a través de ruedas y modulado para poder transformarse en largas mesas, mesas individuales o grupales permite la adaptación del espacio a distintas dinámicas y formas de impartir clases.
Algunos comentarios de nuestro cliente:
“Son de nuestros salones más solicitados. Se adaptan a cualquier actividad que requieran los maestros, su diseño da dinamismo a la impartición de clases tradicional.”
Eduardo Carretero – Concepto y Proyecto Ejecutivo.