"(La arquitectura) no es importante en sí misma. Importa por cuanto provoca, por cuanto influye en nuestras acciones, por cuanto invita al sueño lúcido y al encuentro con los aspectos olvidados de la existencia (...) (importa) como vehículo de conocimiento, como agente de liberación(...) una arquitectura no percibida es inexistente (...) anticipación y recuerdo son las facultades que la ubican en el tiempo, ausencia y presencia las cualidades físicas que la sitúan en el espacio,(...) es el acto de proclamar la realidad posible".
Nuestra estrategia.
No somos cualquier despacho de arquitectura: buscamos provocar positivamente a nuestro entorno, perturbar a aquello que ya no funciona, resolver creativamente y de fondo. No aplicamos barnices de diseño más o menos estético, no hacemos armados más o menos funcionales: solucionamos espacios, solucionamos física, estética y simbólicamente cada Proyecto.
Intentamos ir más allá: ver con ojos nuevos problemas viejos, experimentamos con la luz y con el espacio, dejamos que la vida contemporánea se imprima en nuestra arquitectura, saboreamos las líneas rectas y las curvas, nos preocupamos por la proporción y por la gravedad visual, por la tensión entre elementos y la diferenciación de materiales, hacemos arquitectura que le hable al ser humano y no sólo que le sirva, somos profesionales: jugamos a hacer arquitectura pero jugamos enserio.
Nuestra postura.
Nuestros clientes son aquellos que buscan más que una simple construcción más o menos funcional, más o menos estética. Nuestros clientes no han encontrado respuesta a sus inquietudes en otro lado. Se sienten insatisfechos y no saben por qué. Son personas que intuitivamente huyen de la «arquitectura» que prolifera en nuestras ciudades. Quieren algo más, necesitan algo más: contenido, significado y autenticidad.
Con esos clientes es con quienes queremos trabajar, involucrarnos, comprometernos y participar de sus objetivos como propios.
Nuestro objetivo.
Valoramos más la creatividad, el arrojo, la solución fascinante: esa que sólo llega luego de mucho trabajo, de empaparse de información, de horas de análisis meticuloso y de interiorizar todo esto, esa que emociona porque contiene y sintetiza. Nos emociona encontrar soluciones sencillas a problemas complejos.
El diseño nos apasiona. Nos asombra el acto de crear: traducir al mundo físico aquello que surge en el de la imaginación alimentada por la fantasía. Nos conmueve lograr un resultado que es más que sólo la suma de sus partes. Nos impulsa la emoción del descubrimiento, la emoción de descifrar, de encontrar la clave que resuelve, positivamente para nuestro cliente, un Proyecto.